miércoles, 30 de diciembre de 2009

LAS INTENCIONES DEL CORAZÓN

“Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras” Jeremias 17:10

Recuerdo como si fuera ayer, las veces que Papá Noél venía a mi colegio a visitar a los niños y compartir con ellos. Recuerdo también que él nunca llegaba solo, pues venía acompañado de un hombre de tez oscura que no traía una apariencia tan límpia como la de papá Noél.

Knecht Rupprecht, así se llamaba el hombre, venía a supervisar qué niños no estaban portándose bien y, en vez de darles regalos, les daba carbón, no obstante la intención original de esta figura era motivar a los niños a cambiar su actitud, de modo que, en la próxima visita de Nikolaus (papá Noél en alemán), recibieran buenos regalos.

La palabra de Dios nos transmite también un mensaje similar, pues Dios, creador de las intenciones y pensamientos, conoce las actitudes de cada persona y desea que todos los hombres vivamos en paz, y, no sólo en el tiempo de navidad sino todos los días del año.

Dice la Biblia que cada uno recibe según el fruto de sus obras, quiere decir que, si nosotros nos esforzamos por amar, compartir, animar, edificar, entre otras buenas cosas, recibiremos de Dios según el fruto de nuestras obras. De no ser así, seguramente que la vida se nos hará más complicada, ya que nadie desea compartir con personas negativas, egocentrístas, crueles, etc.

El hombre que tiene una relación personal con Jesucristo tiene en cuenta que su vida no la vive para sí mismo, sino que lo que hace, lo hace para exaltar el nombre de Dios en lo alto. La actitud de vida que demanda honrar a Dios, puede parecer loca ante los ojos del resto de la humanidad. ¿Por qué? Porque el incomprensible amor de Dios te dice que: ames a tus enemigos, que no le niegues nada a nadie, que ores por los que te ultrajan, que no devuelvas mal por mal, que venzas con el bien el mal.

Yo te deseo querido lector, no sólo para el tiempo de navidad sino para toda tu vida, que descubras y entiendas las intenciones que El Señor Jesucristo tiene contigo. Aplica la palabra de Dios en tu vida y busca su presencia cada día como si fuera la última oportunidad de encontrarla.

Dios Te Bendiga y de una vida llena de paz y amor.
Carolina Gutierrez

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